miércoles, 12 de agosto de 2009

Mi Prima Yolie


Ya se saben la tonada, pero así es. Todavía no termino de asimilarlo. Mi primita ya no está on nosotros, Yolie, como si de un sueño se huniera tratado. Y ahí tengo yo, su voz en mi cabeza, que me taladra de vez en vez con esa suave y melódiuca voz que me dice "Tu es muy bueno prima", y sin consuelo aprieto, arrugo y releeo aquellos pedazos de ella que sus manos impregnaron en diferentes trozos de papel, leyendo sus alegres mensajes, aprendiendo de ella.


Su muerte me ha dejado un vacío tal, que aunque pasen meses, requeriré años para superarlo. Estaba tan engrida con ella, y aún así ya habían pasado años desde la última vez que la ví. No obstante, conviví con ella demasiado en esos cortos periodos de tiempo.


Cuando aprendí lo que había pasado, me dí un bajón tal que no queria hacer nada, si en ruta salía, en la ruta lloraba. Tuve ataques de llanto, quizá eso no sea nuevo en mí, pero si bien, generalmente los que tengo son nocturnos y moderados, estos de plano me impedian que hiciera otra cosa.
Ay Yolie. Descansa en paz.

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